Siempre supe de su existencia en aquel viejo libro, sabia que era real, ¿Acaso Dios se olvido de ti? El tiempo no importa, ¿Me regalas un poco de tu nicotina?
Mi visión es borrosa, deseos tan profanos, tan amargos se apoderan de mi conciencia, la iniquidad y la solemnidad es una línea delgada muy fácil de sobrepasar, siempre será una noche más mientras más bajo caes, mayor es el reproche de tu conciencia.