Taciturno y cruel, errante en el amanecer a gusto en la noche.
Tan tenue como la respiración profunda que duerme, el eco es tan frío como la muerte largos son los caminos de la sombra. Donde el viento del bosque pasa por la madera y el silencio a todos los tallos se mece. De los arboles altos la oscuridad se posa sin moverse, con las sombras moteadas en la corteza. Por el corazón palpitante en un profundo suspiro, la oscuridad de la noche sombras reflejadas en los cielos. Lejos muy lejos mas aya del poderío de el día la decadencia del frió mortal...No hay luz de luna, no hay sonidos no hay voz a la tierra de los muertos entrego mi alma de manera voluntaria...