República Dominicana! Un pedacito de cielo en el Caribe que no solo encanta por sus paisajes, sino por su esencia única.
En cada esquina se escucha una bachata que cuenta historias de amor, o un merengue que pone a todos a bailar. Porque ser dominicano es llevar la música en la sangre. Un plato de mangú con salami, queso frito y huevos, acompañado de una taza de café fuerte, es como un abrazo de la abuela. Y no podemos olvidar el chacá, el moro, o el dulce de leche cortada.