Caminando de la mano de Cristo, el joven encuentra su luz,
En cada paso, siente su presencia, en cada amanecer, su cruz.
Los obstáculos se vuelven lecciones, las pruebas fortaleza le dan,
Y en medio de la tormenta, su fe no vacilará jamás.
Porque en el camino de la fe, la esperanza florece,
Y el joven, con alegría, su vida a Dios ofrece.
Con cada victoria y cada desafío,
Sabe que con Cristo, siempre estará en buen camino.