Admito con certeza que el romanticismo puede ser algo inconstante en la vida de todos y todas, ya que podemos serlo menos por el entorno o las circunstancias. Pero también creo firmemente que bien vale la pena insistir en sentir y hacer sentir con intensidad el romance, si eso nos causa bienestar.
Solamente soy un entusiasta admirador de las baladas en español de amor o desamor, de todos los tiempos. Me agradan las canciones que invitan a reflexionar y provocar acciones para amar con dignidad o para dejar de amar decorosamente.