Jesucristo me rescató antes de que yo destruyera a mi familia. Desde ese momento he caminado con mi Señor un camino, que por mi culpa ha sido más accidentado de lo que debería, pero mi buen Señor ha permanecido fiel, sosteniéndome con amor y paciencia. De modo, que un día me di cuenta de que, lamentablemente, mi situación no era ni de lejos única. Así que el Señor puso en mi corazón el deseo de compartir algo de lo que he aprendido sobre cómo salir adelante de la mano del Señor.

Así que creo que, si estás atravesando por valle de sombras, puedo acompañarte, pero solo para decirte que, si has creído que Jesucristo murió por tus pecados, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, Él está contigo.

«Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.»
— Salmo 51:1,2;13