Robertito Hernández, un prodigio de la música mexicana, descubrió su pasión por la música ranchera a la edad de cinco años, inspirado por íconos como Javier Solís, Pedro Infante y Juan Gabriel. A los seis años, sorprendió a un mariachi en un supermercado en Huntington Park, California, dando inicio a su carrera artística. A los ocho años, grabó su primer álbum, "Pídele Al Cielo", con mariachi, y rápidamente fue reconocido en escenarios como la Plaza de la Raza en Los Ángeles.
Su talento lo llevó a compartir escenarios con grandes artistas como Antonio Aguilar y Joan Sebastian, consolidándose como una voz destacada de la música mexicana. Aunque hizo una pausa para obtener su título en Arquitectura de Cal Poly Pomona University, su amor por la música prevaleció, y hoy regresa a los escenarios con nueva energía y producciones que prometen cautivar a su público. Robertito Hernández es un testimonio vivo de la pasión, dedicación y magia que la música puede despertar.