Dios es Padre y nos ama tanto que nos busca y nos perdona cualquier cosa siempre y cuando estemos dispuestos a volver a Él. Su amor y su misericordia no conocen límites. Nunca es tarde de volver donde encontramos el verdadero amor. Hijo Pródigo será un instrumento para conocer nuestra Iglesia, amarla y descubrir el gran amor de aquél que nos recibe con los brazos abiertos, pese a nuestros errores.
Lc. 15, 1-3. 11-32
“Me levantaré y volveré a mi Padre”
Acompáñame en esta nueva aventura.