Channel Avatar

Monte de Sion @UCA7MehpN9bAYPF_mB091YFA@youtube.com

45K subscribers - no pronouns :c

Youtube oficial de la Iglesia Evalgélica MONTE DE SION. Aquí


Welcoem to posts!!

in the future - u will be able to do some more stuff here,,,!! like pat catgirl- i mean um yeah... for now u can only see others's posts :c

Monte de Sion
Posted 4 days ago

¡”NOS SALVÓ”! ¿QUÉ SIGNIFICA?

Cuando el apóstol Pablo escribió su carta única a Tito, le dijo en 3:5 haciéndose eco de la acción divina de nuestra salvación: “… nos salvó”. Esta es una verdad cardinal del plan eterno de Dios en Cristo Jesús.

La expresión supone que no podemos salvarnos a nosotros mismos. Por tanto, Efesios 2:8 dice: “… por gracia sois salvos”. Y añade: “… esto no de vosotros, pues es don de Dios”.

La trascendencia de esta verdad es gloriosa, pero muchos creyentes parecen no disfrutarla por carencia de revelación y atraso en el aprovechamiento de la Palabra oída.

Hoy les propongo tratar algunos aspectos sobre este asunto de una salvación que viene de Dios, estudiando fundamentalmente el versículo 5 de Tito capítulo 3.

Lo primero que Pablo revela es que nuestra salvación marca el principio de nuestra carrera de fe

Por eso la coloca en tiempo pasado: “Nos salvó”.
Muchos creyentes se sienten inseguros de su salvación porque la han malentendido, y creen que están hoy haciendo algún bien para ver cómo logran salvarse en el futuro. Pero, a la luz de la Palabra, si alguien se ha arrepentido de sus pecados y ha recibido a Jesucristo como su único Salvador, en ese momento, fue salvo (Hch 8:36-39; 16:31; 22:16).
Entender esa contundente verdad, es una motivación al gozo que es propio de los salvados.

Lo segundo que muestra el versículo 5 de Tito 3 es que nuestra salvación no está basada en obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho

Efesios 2:9 confirma esta aseveración: “No por obras para que nadie se gloríe”. ¡Qué necio sería pensar que podemos ayudar a Dios a salvarnos a través de nuestras buenas obras!

Tomando como ejemplo al padre de la fe, Pablo dice que “… al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Ro 4:5). Así que, Dios nos salvó, pero no por una combinación de su gracia con nuestras obras, sino solamente por su gracia, a través de la fe en Jesús.

Por eso la Palabra dice en Romanos 5:1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.

En tercer lugar, Pablo revela en este versículo 5, un atributo y dos acciones divinas que intervinieron cuando Dios nos salvó:

1. Nos salvó por su misericordia. Esta palabra significa, favor no merecido. Así que, al vernos en nuestra propia miseria, totalmente indefensos ante el poder del pecado heredado, Dios nos socorrió misericordiosamente dándonos la salvación. Por tanto, los salvados tenemos el deber de decir como Pablo: “Gracias doy a Dios por Jesucristo” (Ro 7:25).

2. Nos salvó por el lavamiento de la regeneración. Ello deja ver que antes de haber sido salvos, estábamos manchados espiritualmente. La Palabra de Dios pregunta: “¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?” (Prov 20‬:‭9‬). Y el mismo Dios afirma a quien se jacta en su propia justicia: “Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí… ” (Jer ‭2‬:‭22‬). Pero al recibir a Cristo como Salvador, fuimos lavados con su sangre, pues la Biblia dice respecto a esa bendita sangre, que es la que nos limpia de todo pecado (1 Jn 1:7). ¡Glorifiquemos a Dios! De él vino el remedio para lavarnos y hacer posible que fuésemos transformados en la misma imagen de aquel cuyo rostro ahora miramos a cara descubierta como en un espejo, esto es Jesús! (2 Co 3:18).

3. Y por último, nos salvó por la renovación en el Espíritu Santo. Fue Dios quien nos hizo renacer por el Espíritu.

Jesús indicó a Nicodemo que era necesario nacer del agua y del Espíritu para poder entrar en el reino de Dios (Jn 3:5). Entonces le respondió así su pregunta sobre cómo podía hacerse esto: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu” (v 8‬). De este modo sabemos que nuestra salvación llegó a nosotros por un milagro divino que supera al entendimiento humano.

Amados, Dios nos salvó el día que creímos, es un hecho, y no podemos mejorar ese milagro divino con nada que en nuestra propia humanidad intentemos hacer.
Ahora se impone una pregunta: ¿Tenemos nosotros el gozo de la salvación? Si lo tenemos, es porque hemos alcanzado conocimiento del evangelio, y creemos lo que dice la Palabra de Dios.

Por tanto, en lugar de tratar de salvarnos, ocupémonos en nuestra salvación con temor y temblor (Fil 2:12), atendamos con más diligencia a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos (He 2:1), y mantengamos firme sin fluctuar la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió (He 10:23).

Mas, ¿quien pudiera lograr estas metas sin orar? Como sin orar fuera imposible, hoy tenemos un recurso poderoso al respecto, porque hoy es

Jueves Internacional de Oración.
 
Más de dos mil familias de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
En respuesta a este clamor en acuerdo, el Señor está salvando a muchos, y estamos siendo testigos de milagros que nunca habíamos imaginado poder ver.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Vuestro servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA

38 - 6

Monte de Sion
Posted 1 week ago

¿QUÉ SIGNIFICA DECIRLE A DIOS “HEME AQUÍ”?

Siempre que escribo un Amanecer con Dios, tengo en la mente no solo a los queridos hermanos que conforman la feligresía de las iglesias, sino a los consiervos que sirven en diferentes áreas del santo ministerio, y especialmente en el Pastorado.

Motivado por ello, les comparto hoy esta reflexión sobre el llamado de Dios a Isaías para llegar a ser profeta suyo a Israel.

La respuesta de Isaías, donde le dijo a Dios, “heme aquí, envíame a mí“ (Isa 6:8), evidencia que para ir en dirección al servicio de Dios, se necesita llenar ciertos requisitos indispensables.

En tal sentido, les comparto algunos aspectos sobre qué es necesario para poder responder a Dios, “envíame a mí”.

En primer lugar, el contexto muestra que solo pueden ser efectivos, aquellos que han tenido una revelación clara de quién es Dios

Si ese requisito no se cumple, la persona que pretende servir, sirve en verdad al Dios no conocido, como sucedía con los atenienses (Hch 17:23).
Así que, el Espíritu Santo enfatizó el testimonio ocular de Isaías, cuando dijo antes de ser enviado: “Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime” (Isa 6:1).

Con ello concuerdan las palabras de Pedro y Juan dichas a los líderes religiosos judíos de Jerusalén. “… no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hch 4:20).

Con ello también concuerdan las palabras conque el apóstol Juan introdujo su primera carta: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida” (1 Jn‬ ‭1‬:‭1‬).

La pregunta inevitable a los que servimos al Señor es esta: ¿Hemos “visto” al Señor? O, ¿conocemos por revelación divina el corazón de Dios?
Cristo dijo que “… ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” (Mt‬ ‭11‬:‭27‬). Y la Palabra añade: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Jn‬ ‭1‬:‭18‬).

Cada uno de los que ejercemos los distintos ministerios debemos orar para que también podamos decir como Pablo: “… agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí… ” (Gal ‭1‬:‭15‬-‭16‬‬‬). Y en el mismo capítulo anticipó que el evangelio que anunciaba, no lo recibió ni aprendió de hombre alguno, “… sino por revelación de Jesucristo” (Gal 1‬:‭11‬,12).
Así que, antes de responder al llamado de Dios con un “Heme aquí”, es necesario que hayamos podido ver “al Rey en su hermosura” (Isa 33:17), como le sucedió a Isaías.

En segundo y último lugar, la revelación divina como premisa para decir “heme aquí”, requiere conocer ciertos aspectos medulares del carácter de Dios. Por ejemplo:

A) Necesitamos tener revelación de la absoluta santidad de Dios

Antes que Isaías fuera enviado, testificó de su experiencia al respecto. Los serafines que vio sobre el trono de Dios daban voces diciendo: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isa‬ ‭6‬:‭2‬,3‬).

No hay nadie que haya tenido una clara revelación de la santidad divina, que luego pueda ser liviano con el pecado, y mucho menos permisivo como lo fue el sacerdote Eli, con el pecado dentro del santo ministerio (1 S 3:13). Los grandes hombres de Dios en la Biblia que hablaron claro sobre el carácter letal del pecado, habían recibido luz espiritual respecto al Dios que es tres veces santo.

Lo primero que ocurre cuando la santidad de Dios nos es revelada, es que alcanzamos una percepción clara sobre nuestra propia pecaminosidad. Esta fue la reacción de Isaías ante su experiencia con la pureza divina: “Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” (Isa‬ ‭6‬:‭5‬).

Tal sentido de humillación es necesario para que podamos oír el mensaje de Dios diciéndonos: “… es quitada tu culpa y limpio tu pecado” (Isa 6:7). Sabemos que es la sangre de Jesucristo su Hijo la que nos limpia de todo pecado (1 Jn 1:7).

B) Necesitamos alcanzar revelación sobre el poder absoluto que tiene la Palabra de Dios

En ‭‭Isaías‬ ‭6‬:‭4‬ el profeta describe así su expectación respecto al momento cuando la voz de Dios clamó:
“Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo”.

David nos dejó escrita su revelación sobre el poder de la voz de Dios:
“Voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria…
Voz de Jehová con potencia; voz de Jehová con gloria.
Voz de Jehová que quebranta los cedros…
Voz de Jehová que derrama llamas de fuego; voz de Jehová que hace temblar el desierto…
Voz de Jehová que desgaja las encinas, y desnuda los bosques; en su templo todo proclama su gloria” (Sal 29‬:‭3‬-‭9‬).

¡Recordemos que la voz de Dios “… conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo”! (He ‭12‬:‭26‬). ¡Prediquemos el evangelio de Cristo asumiendo como verdad absoluta que la Palabra de la cruz es poder de Dios (1 Co 1:18).

Amados, seremos muy efectivos en el cumplimiento del ministerio, si podemos asumir como nuestra, la meta de revelación que tenía el apóstol Pablo en relación a Cristo: “… a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte” (Fil 3‬:‭10‬).
Considerarnos crucificados con Cristo, y poder decir, “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí“, es una evidencia irrefutable que en verdad estamos listos para ir donde quiera nos mande el Señor. ¡Que así lo permita el que en nosotros produce tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad!

Y como intentar llegar a un nivel de disposición tan elevado sería presunción sin orar, les recordamos que hoy es

Jueves Internacional de Oración.
 
Muchísimos hermanos y hermanas de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
Las respuestas divinas que estamos recibiendo a este clamor en acuerdo, han superado todas nuestras expectativas. Dios está haciendo más allá de lo que pedimos y entendemos según el poder que actúa en nosotros.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Tu servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA




48 - 4

Monte de Sion
Posted 2 weeks ago

ASUNTOS ETERNOS

¿Conoce la Iglesia del Señor lo suficiente que necesita saber sobre los asuntos eternos? ¿Somos nosotros sensibles al destino eterno de las almas? ¿Pesa en nuestro corazón la responsabilidad de advertir a los que no han aceptado a Cristo, que si mueren sin hacerlo se perderían para siempre en el infierno? ¿Somos como cristianos conscientes de la inmortalidad del alma?

Preguntas como estas tienen tal relevancia para con Dios, que deben hallar en nosotros respuestas llenas de seriedad, porque tienen que ver con asuntos eternos.

En los últimos años la iglesia en sentido global ha descuidado hablar claro al pecador sobre la desgracia real que significa dilatar la decisión de aceptar al Salvador. Por tanto, las grandes advertencias que la Biblia da al respecto no están comúnmente en muchos púlpitos eclesiásticos. Los mensajes, por tanto, parecen estar a tal manera desenfocados de los asuntos eternos, que rondan alrededor de elevar la autoestima, encontrar el potencial personal, despertar el campeón que hay en ti, y cosas como estas que sólo logran “masajear” el alma del pecador, para hacerlo sentir bien consigo mismo.

El núcleo de la verdad que hoy comparto es que lo anterior no debe ser el mensaje de una verdadera iglesia, porque no es el mensaje que Cristo y sus apóstoles nos mandaron a predicar. La venida de Cristo está tan cerca que ya no queda tiempo para seguir perdiendo el tiempo.

Por eso, hoy les comparto algunos datos bíblicos que reflejan la manera cómo Cristo quiere que su iglesia maneje los asuntos eternos.

En primer lugar, Cristo hizo un llamado urgente al arrepentimiento, basado en el cumplimiento inminente de la venida del reino de Dios.

Así lo describe Marcos 1:14,15: “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.

Para aquella generación ya se había cumplido el tiempo del acercamiento del reino de Dios, representado en el
Rey de los judíos, nuestro bendito Señor. Al manifestarse en el escenario público de Israel, Jesús dijo: “El reino de Dios está entre vosotros” (Lc 17:21).

Por tres años y medio aproximadamente, sus contemporáneos oyeron a Jesús hacerles el llamado más importante, el de la salvación, el cual debería haber despertado sus almas, para entender que Dios se había manifestado en la persona de su propio Hijo. Mas, tristemente, Jesús tuvo que comparar aquella generación con los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis (Mateo‬ ‭11‬:‭16‬-‭17‬). ¡Había en ellos indiferencia espiritual que les llevó al rechazo del Mesías y al pedido de crucifixión que hizo el propio pueblo acerca de Jesús!
Pero Jesús había dejado claro a qué equivaldría no arrepentirse: “Os digo… si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas‬ ‭13‬:‭3‬).

Si nuestro Maestro predicó el arrepentimiento con sentido de urgencia basado en la inminente llegada del reino de Dios, ¡qué menos nos correspondería a nosotros hacer ahora cuando termina la oportunidad de salvación, y aún la mayoría de la humanidad vive en tinieblas sobre esta verdad que tiene que ver con asuntos eternos!

En segundo lugar, Cristo fue claro en su mensaje del Evangelio, dando por sentado la realidad del infierno como consecuencia de rechazar la gracia de salvación que él ofrece.

En sentido benigno hizo manifiesto que el amor con que Dios amó al mundo, tuvo el costo de enviar a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Jn 3:16). Al leer el texto no es difícil entender que el que no cree en el Hijo de Dios, se pierde. De hecho, el Señor confirmó esta consecuencia de la incredulidad al decir: “… el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Jn 3‬:‭18‬).

A continuación les comparto algunas de las verdades que Cristo y sus apóstoles enseñaron acerca del infierno:

1. Cristo enseñó que el infierno es un lugar de condenación. Él dijo a aquella generación incrédula: “¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (Mt 23:33).

2. Cristo enseñó que el infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles, y que los malditos les acompañarán en ese horrible lugar: “Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mt 25:41).

3. Cristo enseñó que el infierno es un lugar de castigo eterno. Al declarar el destino de los injustos, y respectivamente, el de los justos, dijo: “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mt 25‬:‭46‬).

4. Cristo enseñó que el infierno es un lugar de fuego permanente: “…mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado” (Mr 9‬:‭43‬,44‬).

5. Cristo enseñó que el infierno es un lugar de tormentos. Usando su método preferido, el de hablar por parábolas para dar grandes enseñanzas sobre asuntos eternos, Jesús relató lo que le sucedió al alma del hombre rico que murió lejos del amor y la fe: “… en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama” (Lc 16‬:‭23‬-‭24‬).

6. Pablo les dice a los Tesalonicenses que los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, “… sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder…” (2 Ts ‭1‬:‭9‬).

7. Y al apóstol Juan se le reveló en Apocalipsis que “… si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos” (Ap ‭14‬:‭9‬-‭11‬).

Por último, el apóstol Pablo enseñó la verdad de la resurrección de los muertos al decir “… ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos” (Hch ‭24‬:‭15‬).

Lo que sucederá al acontecer estas dos resurrecciones, lo reveló Dios claramente a Daniel: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Dn 12‬:‭2‬).

Por esta verdad, Pablo hablando a cristianos sobre asuntos eternos, exclamó: “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres” (1 Co‬ ‭15‬:‭19‬).

Amados, por nuestro involucramiento de fe en los asuntos eternos, “… despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe… ” (He 12‬:‭1‬-‭2‬).

Y a la vez que nos ocupamos en nuestra salvación con temor y temblor (Fil 2:12), seamos fervientes en el evangelismo, diciéndole a todo el que está perdido: ¡Arrepiéntete aquí y ahora, y recibe por fe a Jesucristo como tu único Salvador!

Si Dios abriera nuestros ojos espirituales para ver cuántas preciosas almas se van cada segundo sin regreso a la condenación eterna, no sólo lloraríamos de compasión, sino que fuéramos a los que aún viven sin Cristo a avisarles del peligro, y a darles las buenas nuevas del Evangelio.
¡El Señor produzca en nosotros, tanto el querer como el hacer al respecto, por su buena voluntad!

Y concluyendo, les recuerdo que hoy es

Jueves Internacional de Oración ‭

Ya somos más de 2000 hogares orando a la vez cada Jueves, de 9:00 a 9:15 pm.

Como respuesta divina a este clamor en acuerdo, estamos siendo testigos de un gran mover del Espíritu Santo que está trayendo almas a Cristo, que está sanando enfermos, y llenando a quienes lo piden, del poder del Espíritu.

Si quieres ser parte de estas maravillas que Dios está haciendo, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp al número
305-917-3480
con la frase,

YO QUIERO PARTICIPAR.

Inmediatamente que lo hagas te enviaremos los cinco motivos de oración para hoy, y te regalaremos cada semana un material semejante a este, al que llamamos, Amanecer con Dios.

¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

Con amor santo en Cristo,

Tu servidor,

Pst Eliseo Rodriguez
Iglesia Evangélica Monte de Sion,
Miami, Florida, USA

38 - 3

Monte de Sion
Posted 1 month ago

¡ES CRISTO!

El otro día mientras conferenciaba con los estudiantes en la Universidad (Living Word Christian University, Inc.) nos detuvimos un momento al considerar que el mensaje de Cristo era la única cuerda del “arpa” de Pablo. Así les dijo a los hermanos corintios: “… me propuse no saber entre vosotros cosa alguna, sino a Jesucristo y este crucificado” (1 Co 2:2).

De ese mensaje Pablo llenó las sinagogas judías, la sede carcelaria de Filipos, el anfiteatro de Éfeso, el areópago de Atenas, el palacio del gobernador Félix, la casa de visita del rey Agripa, y la casa alquilada que el mismo apóstol tenía como prisionero de Cristo en Roma.

Y para confirmar su meta de poner a Cristo al alcance de todos, concluyó diciendo: “… de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo” (Ro ‭15‬:‭19‬).

No es necesario enfatizar aquí que esa exposición de Cristo fue el llamado consumidor de cada uno de los hombres a quienes la Biblia presenta predicando en el Libro de Los Hechos de los Apóstoles.

Mencionemos solo algunos ejemplos:

A Esteban, el primer mártir de la era cristiana se le acredita su valor al predicar a Jesús como el profeta que Moisés anunció que habría de venir. Y en sus últimos minutos antes de ser apedreado, vio a Jesús y testificó diciendo: “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios” (Hch ‭7‬:‭37,56‬).

De un diácono espiritualmente sobresaliente en la Iglesia de Jerusalén la Biblia dice: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo” (Hch 8‬:‭5‬).

Al apóstol del evangelio de la circuncisión, llamado Pedro, la Biblia lo presenta predicando por primera vez a los gentiles, y diciendo de Cristo que él es el que Dios ha puesto por juez de vivos y muertos. Y añadió que todos los que en Él creyesen recibirán perdón de pecados por su nombre. (Hch 10:42,43).

He sentido muy fuerte en mi corazón hacer lo posible por inspirar a los siervos de Dios, no solo a los pastores de las Iglesias Monte de Sion en el Presbiterio del Sur de la Florida, y de Monte de Sion Internacional, sino a cada obrero del Señor.
En aquello que los quiero inspirar es a no quedarnos cortos en seguir adelante con ese mensaje que los apóstoles del Señor predicaron, el mensaje centrado en Cristo, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo.

Por eso, les muestro aquí que las doctrinas cardinales del Nuevo Testamento hallan en Cristo su esencia. En verdad, como nuestro tema de hoy lo establece, “ES CRISTO”.

Por ejemplo,
Si no queremos adorar al Salvador incorrecto, nos conviene escuchar esta orientación dada a los pastores: “… os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lc 2‬:‭11‬).

Si necesitamos saber cuándo terminó la Ley como medio de salvación, la Biblia dice: “… porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Ro 10‬:‭4‬).

Si nos hace falta confirmar que en Cristo ya no tenemos que guardar los días de las fiestas judías, tales como la Pascua, entonces leamos 1 Corintios 5:7: “… porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

Si necesitamos saber bien la doctrina del crecimiento integral del cristiano, entonces nos remitimos a Efesios 4:15: “…siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo…”.

Si de la vida se trata, Pablo dice: “… para mí el vivir es Cristo…” (Fil 1:21).

En lo que a nuestra esperanza bienaventurada concierne, la Biblia dice: “… es Cristo en vosotros la esperanza de gloria” (Col 1:27).

Y si necesitamos conocer plenamente el evento mismo de la segunda venida de Cristo, bastaría recordar el mensaje de los dos ángeles a los once discípulos en Betania: “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos‬ ‭1‬:‭11‬). ‭

Pastores amados, y obreros todos del Señor, la centralidad del mensaje de Cristo es tan suficiente para el púlpito cristiano, que Pablo, el perito arquitecto de la fe a los gentiles, exhortó así a los creyentes:
“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo” (Col 2‬:‭16‬,17‬).

Roguemos al Señor diaria y fervientemente que abra nuestros ojos espirituales y que los alumbre, para que podamos ver más y más a Cristo, al cual no lo podemos hallar dentro de la tradición y la religión, sino tal como aparece revelado en su bendita Palabra, la Biblia.

Así podremos testificar a otros: “…una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo” (Jn‬ ‭9‬:‭25‬).

Así podremos ser de mucha bendición al mismo Cuerpo de Cristo que es su Iglesia, y que hoy está abrumadoramente necesitada de hombres y mujeres sabios en Cristo, que hayan “visto al Rey en su hermosura” (Isa 33:17).

¡Recuerda hermano,
ES CRISTO!

Queremos recordarles también que hoy es,

Jueves Internacional de Oración.
 
Más de dos mil hogares de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
En respuesta a este esfuerzo de oración en acuerdo, el Señor está haciendo que muchos se salven, y estamos viendo maravillas que nunca habíamos experimentado.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp o Telegram al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Tu servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA.

36 - 3

Monte de Sion
Posted 1 month ago

JESÚS, EL MIEDO DE LA RELIGIÓN

Hace muchos años era una ciudad con cuatro cárceles llenas, conocida por sus altos niveles de consumo de alcohol, pobreza y violencia, donde dominaba la religión católica.
El pueblo estaba en la extrema pobreza, había alcoholismo, adulterio, brujería y hechicería. Las calles eran un caos y los vegetales que se producían eran muy pequeños.

Hoy esta ciudad tiene a sus centros penitenciarios cerrados por falta de reclusos. Ahora le dicen "el jardín de las Américas", por los vegetales gigantes que produce en nada menos que ocho cosechas anuales.

Nos referimos a Almolonga, una pequeña ciudad guatemalteca en el departamento de Quetzaltenango (en el suroeste del país), donde ahora alrededor del 95 % de la población es evangélica.

Cuando se le preguntó al jefe de la policía qué causó el cambio en esta ciudad, no dudó en responder: “¡La Palabra de Dios!”. El Señor usó a varios ministros suyos, hombres con una vida de intensa oración y un mensaje Cristocéntrico. El Señor me concedió el privilegio hace muchos años de conocer personalmente en Almolonga al pastor Mariano Riscajche y predicar en su linda Iglesia. Él fue uno de los principales siervos de Dios en este movimiento de transformación de la ciudad.

El testimonio es que a medida que se oraba y predicaba y que las personas presenciaban las transformaciones que el Evangelio producía en muchos, los demás también querían recibir la paz y bendición que se encuentran solamente en Cristo.

En Marcos‬ ‭11‬:‭18‬ ‭ leemos: “Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina”.

Fijemos esta verdad: La doctrina de Cristo es la cruz, y esa fue la que brindó a quienes querían seguirle: “…Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lc ‭9‬:‭23‭). ¿Estamos dispuestos a llevar la Cruz de Cristo, creyendo que en su muerte está la garantía de nuestra salvación?

Hoy les quiero brindar algunas referencias bíblicas que demuestran por qué los religiosos tienen miedo a la doctrina de Jesús.

Primero, la religión hace su énfasis en lo que se debe hacer; Jesús primero nos enseña a amar

Cuando el Señor fue preguntado sobre cuál era el primer mandamiento de la Ley, dijo: “El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Mr 12:29,30).

Segundo, la religión enseña que debemos ganarnos el favor de Dios, pero en Jesús aprendemos que Dios nos amó primero, y tuvo la iniciativa de salvarnos, cuando nosotros éramos aun pecadores (Ro 5:8; 1 Jn 4:19).

Tercero, la religión enseña a hacer caridades al prójimo para obtener favores divinos, pero el cristianismo enseña que “el que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Jn 4:21). Así que, los favores que hacemos a nuestros semejantes, en verdad, deben ser el fruto de nuestro amor a Dios.

Cuarto, la palabra de los maestros religiosos es teoría sin vida. Pero la Palabra de Jesús es con autoridad (Lc 4:32).
Tiene tanta autoridad la Palabra de Jesús que él mismo dijo: “… las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida” (Jn 6:63). No en vano Pablo recomendó por el Espíritu: “La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros…” (Col 3:16).

Quinto, la religión enfatiza el dar limosnas, pero el cristianismo enseña, además, la importancia de la generosidad del corazón, y el valor que tiene el darnos primeramente al Señor

Así lo estableció Pablo cuando, a este respecto, puso por ejemplo a las iglesias de Macedonia, las cuales “… en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad”. Entonces el apóstol testificó: “A sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios” (2 Co 8:2,5).

Sexto, la religión vende indulgencias a manera de perdones. Pero el cristianismo llama al arrepentimiento para con Dios, y a la fe en Jesucristo, como el único que puede perdonar al pecador arrepentido (Hch 20:20,21).

Séptimo, la religión priva a sus militantes del privilegio de acceder individualmente al Trono de la gracia. Los maestros religiosos orientan que se debe ir a un sacerdote humano para confesarle los pecados. Pero Jesús, con su muerte, nos abrió el camino al Lugar Santísimo celestial, al cual por su sangre podemos entrar confiadamente (He 4:16; 10:19-21).

Por último, la religión habla de un Cristo histórico y lo presenta muerto sobre un madero. Pero el cristianismo presenta a un Cristo resucitado de entre los muertos después de pagar con su muerte nuestra eterna redención. Él es Emanuel, Dios con nosotros. Y él mismo ha prometido que viene otra vez (Mt 1:23; Ap 1:7).
Esta verdad es a tal manera trascendental, que mientras los cristianos tomamos la Santa Cena, por un lado recordamos la muerte del Señor, y por otro, anunciamos su venida: “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (1 Co 11:26).

Ahora comprendemos mejor por qué el versículo que sirve de base a este “amanecer con Dios” muestra a los religiosos teniendo miedo de Jesús.
¡La doctrina de Jesús es admirable! Así que, no me avergüenzo del Evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego (Ro 1:16). Esa palabra de la Cruz que es locura a los que se pierden, para los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios (1 Co 1:18).

El testimonio de lo que sucedió en Almolonga constituye un hecho repetible, pues, mientras la religión no produce cambios en el corazón de los hombres, todavía hoy, en Cristo los hombres pueden nacer de nuevo (Jn 3:3-5). Dios está en continuo trabajo en favor de su reino. Jesús dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Jn 5:17).

¡Roguemos perseverantemente a Jesús para que nuestros pueblos sean alcanzados por su gracia, y que muchos, aún los religiosos, se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios! Entonces recibirán por la fe que es en Jesús, perdón de pecados y herencia entre los santificados (Hch 26:18).

Este ruego por la salvación de muchas almas, halla hoy un espacio especial, por cuanto hoy es,

Jueves Internacional de Oración.
 
Muchos hermanos de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
En respuesta a este clamor en acuerdo, el Señor está haciendo que muchos se salven, y estamos viendo milagros que nunca habíamos imaginado poder ver.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp o Telegram al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Tu servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA











‭‭

37 - 5

Monte de Sion
Posted 1 month ago

EL LLAMADO MINISTERIAL EN LA BALANZA DE VALORES

Él usaba la indumentaria propia de un campesino agrícola. Sabía trabajar para sembrar la tierra. Conocía que la cosecha es un milagro, pero que no ocurre al azar.

Dios lo conocía a él y había mencionado su nombre antes que él supiera que le cambiarían su oficio.

Es realmente sorprendente el hecho que Dios llame a alguien al ministerio, y en algunos casos, cambia radicalmente el oficio de ese siervo al cual llama.

Vegetales de todo tipo y ricos frutos podían ser traídos a la mesa frecuentemente si aquel campesino continuaba en aquella honrosa labor bajo el calor del sol. La propia Biblia dice que en toda labor hay fruto, pero admite que el labrador para participar de los frutos , debe trabajar primero (Prov 14:23; 2 Ti 2:6).

Lo que menos esperaba mientras surcaba la tierra de aquella manera rústica, era que un atuendo que ya había sido usado por otra persona, le fuera echado encima, y se constituyera silentemente en una señal clara que Dios lo estaba llamando. Precisamente, el punto de enclave donde la balanza fue inclinada en favor del servicio a Dios, fue aquel momento cuando el manto de un profeta cayó sobre él.

La hermenéutica que hizo el campesino en relación a aquel suceso fue de tal acierto, que estuvo dispuesto a soltar todas las herramientas de su trabajo, para ir en pos del nuevo oficio al cual se sintió llamado. Realmente es loable la acción tan diligente y positiva que tuvo aquel día la persona de la historia que les estoy narrando.

Dos protagonistas humanos conforman esta narrativa: El primero fue Elías, y el segundo, Eliseo; pero el protagonista por excelencia había sido Dios.

Sí, fue Dios el que llamó a Eliseo al ministerio, en este caso para la continuidad de lo que Elías habría hecho hasta el momento que sería trasladado al cielo.

Cuando el campesino sintió en su corazón el llamado divino que el manto de Elías sobre él significaba, puso en balanza la comisión al servicio santo, y al hacerlo, el peso cayó sobre el ministerio, hasta el modo que sacrificó dos büeyes, hizo del arado leña, y dio comida al pueblo, y siguió tras Elías (1 R 19.19-21).

Esto debemos fijar en nuestra mente: Cuando Dios nos llama a servirle, y obedientes a su llamado hacemos lo que nos mandó a hacer, nunca quedaremos desprovistos del sustento, y de la gracia que será necesaria para el cumplimiento de la encomienda celestial.

A continuación les comparto tres ejemplos bíblicos, donde el oficio desde el cual Dios llamó a algunos, se constituyó en un paralelo ilustrativo de la asignación que él mismo les encargó:

Primero, así como Eliseo araba con doce yuntas de bueyes para remover la tierra y prepararla para la semilla, el crecimiento del fruto y la cosecha, el corazón de los Israelitas necesitaba ser preparado y sembrado con la semilla de la fe, para que produjera el fruto de justicia que Dios esperaba de su pueblo.

Si ponemos en la balanza cualquiera de las honrosas labores que son necesarias hacer debajo del sol, ninguna de ellas le gana en valor a la proclamación de la Palabra de Dios, a la confirmación de la fe en los corazones, y al valor de un alma que cree en Jesús y se salva eternamente.
Ahora, no siempre Dios trata de cambiar de oficio a uno a quien quiere utilizar en el ministerio; lo que sí quiere es que el tal sepa cuán superlativamente honrosa es la labor que está vinculada con proclamar a Jesucristo. La misma Biblia dice que nuestro trabajo en el Señor no es en vano, y Jesús remarca que si damos aunque fuese un vaso de agua fría en su nombre, no perderemos nuestra recompensa (1 Co 15:58; Mr 9:41).

Segundo, cuando Cristo llamó al ministerio a Pedro y a Andrés su hermano, ellos tuvieron que pesar en balanza el llamamiento divino. Al hacerlo, se percataron que seguir a Cristo para estar con él en el discipulado, tenía valor eterno, frente al valor temporal del trabajo de la pesca en el mar de Galilea.
Por tanto, la Biblia dice, que dejándolo todo le siguieron (Mt 4:18-20).
Algunas veces en los evangelios, observamos a Pedro haciendo uso de las redes y prestando su barca a Jesús para que enseñara desde ella a la multitud.
Lo que sí cambió fue el valor de aquel oficio, pues a medida que el tiempo pasaba sirviendo a Cristo con sus condiscípulos, Pedro se percató del sentido que tuvo Cristo al llamar a un hombre que laboraba en su oficio, para ubicarlo a trabajar en el reino de Dios.

El oficio anterior ilustraría de forma clara cuál responsabilidad tendría Pedro como parte de su llamamiento divino a servir a Cristo. De hecho, el Señor le anticipó que, junto con su hermano, les haría pescadores de hombres. A eso dedicaría la mayor parte de su tiempo y de las habilidades adquiridas en la escuela del Maestro.

A través del llamamiento ministerial de Cristo a Pedro, aprendemos que este mundo es como un mar, a veces tempestuoso, donde las almas ilustradas figuradamente a manera de peces, han de ser “pescadas” para venir a ser de Cristo.
¡Qué manera más parecida al propósito de Dios es aquella donde morimos a nosotros mismos, y servimos para el proyecto divino de alimentar espiritualmente a muchos!

Debemos poner en balanza vivir para nuestros propios intereses, o responder positivamente al llamado de Cristo de ser enviados suyos a este mundo, para buscar y salvar lo que se había perdido. Si lo hacemos, comprobaremos que tiene mucho más valor salvar un alma. De tal manera es así, que hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento (Lc 15:7).

Por último, cuando Cristo llamó a Saulo de Tarso, tal parece que él había aprendido ya un oficio que desarrolló por una buena parte de su vida. Se trataba de hacer tiendas. Sabemos que Priscila y Aquila eran del mismo oficio de quien después se llamó Pablo (Hch 18:1-3).

Curiosamente, Dios había comisionado a Pablo para un oficio en paralelo con lo primero que sabía hacer en lo secular, pues ahora su asignación sería edificar la Casa de Dios.
En tal magnitud de trabajo, él llegó a ser el perito arquitecto que puso el fundamento. Y cuando lo hizo, dejó claro que ninguno podía poner otro, el cual es Jesucristo (1 Co 3:10).

En sus enseñanzas posteriores dirigidas a los edificadores en la Casa de Dios, mostró qué materiales espirituales eran resistentes y cuales no. Mostró simbólicamente que se debía edificar con oro, plata y piedras preciosas, y nunca con madera, heno u hojarasca. Su exhortación decía textualmente así: “… cada uno mire cómo sobreedifica”.
Además dejó por sentado que el material espiritual de nuestra edificación sobre el fundamento, sería probado por el fuego. La prueba de aquella fe dejaría evidencia del tipo de doctrina que damos a los hermanos a quienes edificamos (1 Co 3:12,13).

Al ver la gama de trabajo que desarrolló el apóstol Pablo en el oficio ministerial, podemos definir que todo lo puso en balanza, y cobró más valor para él servir a Cristo. De hecho lo expresó así: “Y cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” (Fil 3:7).

Amados, Dios necesita hombres y mujeres para preparar los corazones de la gente, a través de la intercesión, la siembra de la fe y la paciencia.

El Señor requiere de muchos que salgan al mundo a pescar las almas y traerlas a la salvación.

Y todavía Cristo urge a sus siervos a edificar el templo espiritual, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad (1 Ti 3:15).

Pesemos en balanza este llamamiento ministerial, y acreditemos valor sobre todo lo demás, a lo que tiene que ver con servir a Cristo hasta el día que nos diga: “Ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor (Mt 25:23).

En la conquista de esa meta es necesario orar, y orar unidos en acuerdo con otros hermanos de la fe. En este contexto les recuerdo que hoy es

Jueves Internacional de Oración.

Muchos hermanos de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
En respuesta a este clamor en acuerdo, el Señor está haciendo que muchos se salven, y estamos viendo milagros que nunca habíamos imaginado poder ver.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp o Telegram al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Vuestro servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA

25 - 2

Monte de Sion
Posted 1 month ago

¿CUÁL ES EL ORDEN DE LA GRATITUD?

Deseo de todo corazón que este pequeño estudio bíblico se pueda leer a la mesa de todas las familias cristianas que en alguna parte del mundo celebran hoy el día de acción de gracias.
Lo deseo así, para permitir a la Palabra hablarnos sobre el verdadero sentido que tiene dedicar toda la vida a expresar acciones de gracias a Dios.

Sabemos que los que no conocen a Cristo convierten esta celebración en una mera reunión alrededor de un manjar suculento, pero olvidan dedicar un momento especial para mostrar verdadera gratitud.

En esencia, este día debiera tener “en la mesa”, el aliño de aquello que la Palabra ordena: “Sed agradecidos” (Col 3:15).

Aunque tenemos muchísimos motivos para dar gracias, a continuación les invito a considerar por orden, tres prioridades de nuestras acciones de gracias a Dios.

Primero, la Biblia dice: “… con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz” (Colosenses 1:12).

Como lo establece el versículo, para participar de ello, por nosotros mismos no éramos aptos. Por tanto, es tan grande esta concesión, que incluye no solo darnos aptitud, sino, además, este bien: “Nuestra ciudadanía está en los cielos” (Col 3:20). Pablo enseña que si en esta vida solamente esperamos en Cristo, seríamos los más dignos de conmiseración de todos los hombres (1 Corintios 15:19).

¿Estamos nosotros lo suficientemente agradecidos al Padre por hacernos partícipes de nuestra herencia eterna? ¡Gozosos debemos dar siempre gracias por una participación tan excelsa!

Segundo, debemos dar gracias a Dios por Jesucristo

Después de narrar cuán imposible es para alguien que esté bajo la Ley hacer la voluntad de Dios, Pablo expuso la revelación, que solamente a través del sacrificio de Jesús, se logra tal victoria. Entonces exclamó: ¡Gracias doy a Dios por Jesucristo, Señor nuestro! (Romanos 7:25).

Para poder unirnos a este cántico de gratitud, debemos haber experimentado la gracia de nuestro Señor. Sin Jesucristo, el leproso no hubiera sido limpio (Mt 8:1-3), ni el cojo del estanque de Betesda hubiese podido tomar su lecho y andar (Jn 5:1-9), ni el ciego hubiera recibido la vista (Jn 9:1-7). Tampoco Lázaro hubiese resucitado después de cuatro días (Jn 11:38-44).

Pero sobre todo, sin Jesucristo, viviríamos aún en nuestros pecados, y fuéramos reos de una eterna condenación.

Estas pequeñas menciones de lo que Cristo ha hecho por nosotros, tiene la intención de llenar nuestro corazón de gratitud al Padre, por haber enviado a su Hijo Unigénito al mundo a obrar nuestra redención en la cruz.

Por último, debemos dar gracias a Dios porque en medio de las aflicciones propias de este mundo, él nos hace triunfadores

En el mismo contexto de la gratitud, la Palabra dice: “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento” (2 Corintios 2:14).

El telón de fondo de este versículo muestra a Satanás queriendo tomar ventaja mientras hacemos la obra de la predicación que el Señor nos encomendó (v 11).

Pero hoy podemos repetir aquellas palabras de Samuel, quien en un mismo marco de batallas, levantó una piedra y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: “Hasta aquí nos ayudó Jehová” (1 Samuel 7:12).

Amados, ¡celebremos con gratitud el haber sido divinamente calificados para participar de una herencia incorruptible guardada en los cielos para los santos!

Celebremos este día con acciones de gracias, reconociendo que Jesucristo ha sido la dádiva más grande que hemos recibido de Dios. ¡Verdaderamente en él, el Padre nos levantó un poderoso Salvador! (Lucas 1:69).

Y que en nuestros labios haya fruto para expresar gratitud por la victoria que nos es daba a través de la fe.

Cuando la mirada de nuestro corazón está en Cristo, somos llevados siempre en triunfo, hasta el día inexpresablemente hermoso cuando veamos el rostro del que nos compró con su preciosa sangre.

Y en medio de la celebración, hagamos una pausa para orar, porque este día de acción de gracias coincide con el

Jueves Internacional de Oración.

Sólo faltan unos pocos, para llegar a 2000 hogares orando a la vez cada Jueves, de 9:00 a 9:15 pm.

Las iglesias Monte de Sion a nivel local, presbiterial e internacional, están siendo testigos de un gran mover de Dios que está trayendo almas a Cristo, que está sanando enfermos de diversas dolencias, y llenando a quienes lo piden, del poder del Espíritu Santo.

Si quieres ser parte de estas maravillas que Dios está haciendo, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp al número 305-917-3480 con la frase,

YO QUIERO PARTICIPAR.
Inmediatamente que lo hagas te enviaremos los cinco motivos de oración para hoy, y te regalaremos cada semana un material semejante a este, al que llamamos, Amanecer con Dios.

¡Te esperamos esta noche de acción de gracias, en el altar de la oración!

Con amor no fingido,

Tu servidor,

Pst Eliseo Rodriguez
Iglesia Evangélica Monte de Sion,
Miami, Florida, USA.

39 - 3

Monte de Sion
Posted 2 months ago

MEDICIÓN DE FUERZA

Desde que éramos niños aprendimos lo que era medición de fuerzas. Recuerdo que entre mis hermanos de sangre, de vez en cuando nos medíamos las fuerzas en lo que llamábamos “echar un pulso”. Así, el que estuviera más fuerte tumbaba la mano del que estuviera más débil.

En el reino de Dios también existe la medición de fuerzas. En el libro de Apocalipsis leemos: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” (‬12‬:‭7‬-‭11‬).

Este pasaje denota la lucha entre el bien y el mal, y revela la contundente victoria que Cristo ganó en la Cruz, de la cual nos hacemos por la fe en su preciosa sangre.

Esto debemos fijar con profunda convicción en nuestro corazón: Dios nos ha dado en Cristo una absoluta victoria, por lo cual debemos creer que él mismo nos lleva siempre en triunfo. Y la Biblia dice que “… gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Co 15:57).

Hoy les invito a dar un breve recorrido bíblico por la medición de fuerzas que nos concierne como buenos soldados de Jesucristo.

Primero, notemos en la Biblia que la vida cristiana tiene su propia batalla

Dios la anunció al principio, dando por sentado en Génesis 3:15 la enemistad que habría entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer. Y ahí mismo anunció la victoria del Hijo del Hombre sobre la serpiente antigua, lo cual se consumó en la Cruz de nuestro Señor.

De aquella reyerta se desprende el mandamiento: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Ro 12:21). De ahí también, esta verdad irreversible sobre la prevalencia de la fe: “… y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Jn 5:4).

Segundo, aunque la designación divina sobre los cristianos incluye llamarnos “más que vencedores”, la misma Biblia nos plantea la necesidad de pelear la buena batalla de la fe, y vencer

Jesús envió un mensaje a través del apóstol Juan a cada una de las siete iglesias del Asia Menor, y a cada una le mostró la necesidad de vencer, y sin excepciones, prometió galardonar al vencedor. He aquí una lista de lo que prometió al que terminara bien su medición de fuerzas:

1. A Éfeso: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Ap 2‬:‭7‬).
2. A Esmirna: “El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Ap 2‬:‭11‬).
3. A Pérgamo: “Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”(Ap 2‬:‭17‬).
4. A Tiatira: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana” (Ap 2‬:‭26‬-‭28‬).
5. A Sardis: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” (Ap 3‬:‭5‬). ‭
6. A Filadelfia: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo” (Ap 3‬:‭12‬).
7. A Laodicea: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap 3‬:‭21‬).

La mención en siete ocasiones de la frase “al que venciere”, presupone que algunos no llegan al final victoriosos. La Biblia certifica la realidad triste de esta aseveración. Pero, a la vez, la ocurrencia de siete ocasiones de esta frase, da entender que el plan perfecto de Dios es llevarnos siempre en triunfo. ¡Debemos trazar la meta de acabar nuestra carrera con gozo, después de haber peleado la batalla, y de haber guardado la fe! (Hch 20:24; 2 Ti 4:7).

Por último, es importante conocer bien la armadura y la forma correcta de vestirnos de ella para defendernos de las acechanzas del diablo y estar firmes en esa medición de fuerzas.

Al respecto nos compete entender que el Enemigo hace sus propias asechanzas. Él maquina contra nosotros (2 Co 2:11), nos hace estorbo en los proyectos misioneros (1 Ts 2:18), nos tienta (1 Ts 3:5) y anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 P 5:8). Hasta el día que sea lanzado definitivamente en el lago que arde con fuego y azufre (Ap 20:10), no dejará de mostrar su odio por Jesucristo y por los que retenemos la fe.

Esto hace imperativo que nos sepamos de memoria las siete piezas de la armadura de Dios, y aprendamos a tomarlas. Cada día tiene su propio mal (Mt 6:34), por tanto, cada día nos debemos levantar como soldados, listos para la defensa de nuestra preciosa fe.

Así que, acorde a Efesios 6:13-18, debemos,
1. Ceñir nuestros lomos con la verdad.
2. Y vestirnos con la coraza de justicia.
3. Y calzar nuestros pies con el apresto del Evangelio de la paz.
4. Sobre todo, debemos tomar el escudo de la fe con que podemos apagar todos los dados de fuego del maligno.
5. Y es igualmente imperativo tomar el yelmo de la salvación,
6. Y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,
7. Orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.

Amados, la vida cristiana tiene su propia batalla, y estamos llamados a pelearla en fe. Si así lo hacemos, la medición de fuerzas arrojará un resultado glorioso, con un veredicto de victoria que dará honor a nuestro invicto Señor y Salvador Jesucristo.

Y como el consejo bíblico es que oremos en todo tiempo, hoy es el día mejor pero obedecer ese requerimiento santo, porque hoy es,

Jueves Internacional de Oración.
 
Muchísimos hermanos y hermanas de muchas lindas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
Como el Señor está oyendo este clamor en acuerdo, él está haciendo que muchos crean y se salven, y estamos viendo milagros que nunca habíamos pensado ver.
 
La importante cita es esta noche, Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Vuestro servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA

38 - 2

Monte de Sion
Posted 2 months ago

¿QUÉ TENÍA LA MANO DE PEDRO?

Con este sugestivo tema quiero responder a través de la Biblia algunas preguntas que surgen en todas partes con respecto a la imposición de manos.
El título está basado en el relato bíblico de Pedro y Juan yendo a Samaria, donde ambos usaron sus manos para ministrar a los recién convertidos allí, como indicaremos más adelante.

Algunas de las más significativas preguntas serían estas: ¿Quién puede imponer las manos? ¿Con qué propósito se debe imponer las manos? ¿Qué frutos se espera de la persona que recibe la imposición de las manos?

En realidad, en el gran universo de las operaciones de Dios, de los ministerios otorgados por Cristo y de los dones del Espíritu Santo, este tema no está carente de valor.

Cuando no se sabe hacer bien este tipo de administración, pueden suceder fundamentalmente dos cosas: primero se pueden perder los beneficios que resultan de un uso correcto de esta administración. Y por otro lado, se puede hacer mucho daño, al sobrepasar los límites dentro de los cuales el Espíritu Santo ha autorizado este ejercicio ministerial.

Así que, vayamos al punto, y démosle voz a la palabra infalible de Dios al respecto.

Primero miremos en la Biblia algunos nombres de quienes ministraron a otros a través de la imposición de manos.
La lista no es realmente tan larga. Por ejemplo,
1. Moisés impuso sus manos sobre Josué quien sería su sucesor (Dt 34:9).
2. Jesús algunas veces sanaba a los enfermos poniendo sus manos sobre ellos (Mr 6:5).
3. El Señor también ponía sus manos sobre los niños y los bendecía (Mr 10:16)
4. El mismo Jesús dijo que una de las señales que seguirían a los creyentes era que pondrían sus manos sobre los enfermos, y sanarían (Mr 16:17,18). El libro de Los Hechos testifica que por las manos de los apóstoles, se hacían grandes milagros y maravillas entre el pueblo.
5. Pedro y Juan fueron enviados de Jerusalén a Samaria para que oraran por los samaritanos a fin que recibiesen el Espíritu Santo. Cuando lo hicieron, sucedía el propósito de aquella ministración (Hch 8:17).
6. Un discípulo llamado Ananías fue a ver a Saulo que estaba en Damasco, y puso sus manos sobre él para que recibiese la vista y fuese lleno del Espíritu Santo (Hch 9:17).
7. Los profetas y maestros de la Iglesia de Antioquía impusieron sus manos sobre Bernabé y Saulo, a manera de ordenación para el ministerio al cual el Espíritu Santo los había llamado (Hch 13:1-3).
8. El apóstol Pablo puso sus manos sobre unos discípulos en la ciudad de Éfeso, quienes aún no habían recibido el Espíritu Santo, los cuales solamente conocían el bautismo de Juan. Entonces el Espíritu Santo vino sobre ellos y hablaban en lenguas y profetizaban (Hch 19:6).
9. El apóstol Pablo impuso sus manos sobre un hombre llamado Publio en la isla de Malta, el cual estaba enfermo, y éste fue sanado (Hch 28:8).
10. Y Jesús puso su diestra sobre el apóstol Juan diciéndole: “No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén” (Ap 1:17,18).

Segundo, por lo anteriormente dicho sabemos que son los ministros del Señor los que tienen fundamentalmente la responsabilidad de la imposición de manos.
Pero a su vez, los creyentes fervientes en Cristo pueden poner sus manos sobre los enfermos, y que estos queden sanos.

Por último, con lo que hasta aquí se ha dicho podemos comprender los usos especiales que tiene en la Biblia la imposición de manos. Aquí algunos de ellos:

1. Los ministros pueden imponer las manos a manera de reconocimiento de un llamado celestial y ordenación al santo ministerio.
2. Los ministros pueden imponer sus manos para administrar sanidad a los enfermos.
3. Los ministros pueden imponer las manos al invocar la bendición de Jesús sobre los niños.
4. Los ministros pueden imponer las manos para administrar el bautismo con el Espíritu Santo a los creyentes.

Pero es fundamental entender: “¿Qué tienen las manos de Pedro?”. O sea, ¿habrá algún poder natural en las manos de los ministros, como si acaso las pudiéramos imponer mecánicamente sobre los demás? Absolutamente no. El poder no está propiamente en nuestras manos, sino en el Nombre de Jesucristo el cual invocamos al imponerlas. Jesús dijo: “… en mi nombre…”.
Imponer las manos en el nombre de Jesús lo glorifica, y es una medida del grado de temor de Dios y de pureza que debe tener quien ministra a otros imponiendo sus manos. ¡Sirvamos al Señor con temor y reverencia!

Amados, estamos en días de visitaciones de Dios, y debemos aprender sobre el orden y la decencia que se requiere en medio del avivamiento que el Señor está trayendo a su iglesia. Si lo hacemos todo a la manera prescrita en la Biblia, agradaremos al Señor, y tanto los ministros como los hermanos de las congregaciones, seremos muy bendecidos. Por su parte, se espera un fruto espiritual sano y suculento de aquellos que son ministrados por los siervos de Dios a través de la imposición de manos!
¡Pidamos unidos que el Señor derrame su Espíritu y nos haga a todos como olivos verdes en su Casa!

Hoy es el día ideal para pedirlo juntos, porque hoy es,

Jueves Internacional de Oración.
 
Muchos hermanos de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
En respuesta a este clamor en acuerdo, el Señor está haciendo que muchos se salven, y estamos viendo milagros que nunca habíamos imaginado poder ver.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp o Telegram al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Vuestro servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA

45 - 11

Monte de Sion
Posted 2 months ago

LO DESCONOCIDO DE LAS CATARATAS

El Señor me ha concedido la oportunidad de visitar muchas veces las Cataratas del Niágara, y verlas, tanto de la parte americana como de la parte canadiense. Sin dudas esa cascada natural de las aguas del río, es absolutamente espectacular.

Lo mejor de mis visitas a las Cataratas es que coincide con el viaje que hago una vez al año para predicar en una preciosa Iglesia americana en el area de Buffalo, Nueva York, y dentro de la cita ministerial, casi siempre pido a mis queridos hermanos Chris y María Stenzel que me lleven un ratito a ver esa obra de la creación de Dios.

La combinación de la fuerza del agua, el arco iris que se forma con la niebla, y el paisaje circundante, crea una escena indescriptiblemente preciosa.

A medida que te acercas al inmenso ruido que producen las aguas desde mucho antes de caer por el precipicio, comienzas a ver pancartas de información que instruyen al visitante respecto a la grandeza de lo que está a punto de mirar. Por ejemplo:

1. El nombre “Niágara” es originario de una palabra iroquesa que significa “trueno de agua”.
2. Las Cataratas del Niágara están situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, y su caída es de aproximadamente 51 metros.
3. El ancho máximo de las Cataratas es de unos 945 metros.
4. Aproximadamente 600.000 galones de agua fluyen por las Cataratas del Niágara cada segundo, unos 168,000 metros cúbicos por minuto.
5. La profundidad media del agua bajo las Cataratas del Niágara es de 170 pies.
6. Las Cataratas del Niágara son en realidad el nombre colectivo de tres cataratas: las cataratas Horseshoe, las cataratas Bridal Veil y las cataratas Americanas.
7. Las cataratas que componen las Cataratas del Niágara se superponen a la frontera internacional entre Los Estados Unidos y Canadá.
8. Los peces viajan por las Cataratas del Niágara, y alrededor del 90% de ellos sobreviven a la caída.
9. El agua que fluye por las Cataratas del Niágara procede de cuatro de los cinco Grandes Lagos: Erie, Hurón, Michigan y Superior.

No por gusto estas Cataratas constituyen la caída de agua más visitada, fotografiada y pintada del mundo, y cada año se suman a su nómina de visitantes millones de personas más.

Si uno quiere ver personas de todo pueblo, raza, cultura, lengua y nación coincidiendo en un mismo lugar, ir a las Cataratas concederá ese deseo.

La idea es que Dios ha dejado huellas suyas en la Creación, para que su poder y Deidad se hagan claramente visibles por medio de las cosas creadas, y el hombre reconozca que necesita reconciliarse con su Creador.

Dentro de todo ese escenario tan majestuoso, hay un mensaje de Dios que les quiero compartir brevemente,
a través de dos aspectos fundamentales:

Primero, al ver las Cataratas podemos decir “amén” a lo que dijo el Salmista acerca del poder extraordinario del Creador: “Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas…”.
(‭‭Salmos‬ ‭93‬:‭4‬).

Cuando nuestro Dios descendió sobre el monte Sinaí para darse a conocer a Israel y darle a Moisés las tablas de la ley, hubo efectos visibles y audibles mucho más poderosos que los que se ven y oyen en las Cataratas:
“Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante” (Éxodo‬ ‭19‬:‭18‬,19‬).

Así mismo, cuando Dios se manifestó a Elias en la cueva de Horeb, mostró su grandeza de una forma mucho más espectacular que el ruido que causa la velocidad del agua de las Cataratas al caer:

“…Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado” (1 Reyes‬ ‭19‬:‭11‬-‭12‬).

Superlativamente al beneficio que las Cataratas producen, incluso para la generación de energía eléctrica, estos datos bíblicos sobre la grandeza de Dios no son trofeos inertes colocados en la historia. Lo maravilloso respecto la grandeza de nuestro Dios es que su poder está disponible hoy mismo para todo el que lo invoca con fe. Basta recibir a Jesucristo como Salvador, para tener acceso directo al trono de la gracia y alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16).
Ese poder no está centrado en un punto específico del planeta. Aún estando en los lugares más remotos, la Biblia segura: “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma” (Deuteronomio‬ ‭4‬:‭29‬).

El segundo y último aspecto que despierta mi inspiración desde la perspectiva bíblica al ver las Cataratas del Niágara, es el poder sobrenatural que Dios revela sobre su Palabra.

De magnitudes superiores a la citada cascada, las sagradas Escrituras describen el poder de la Palabra de Dios en estos términos:

1. La Palabra de Dios desciende desde mucho más alto que desde donde caen las aguas de las Cataratas. Isaías compara el descenso de la Palabra de Dios con la lluvia que desciende de los cielos (Isa 55:10). Es de aquel cielo donde habita el Padre de las luces, de donde desciende toda buena dádiva y todo don perfecto (Santiago 1:17).
2. La Palabra de Dios siempre realiza aquello para lo cual Dios la envía: “… así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías‬ ‭55‬:‭11‬).
3. La Palabra de Dios fluye más libremente que el agua de las Cataratas. El Salmista lo dijo así: “Él envía su palabra a la tierra; Velozmente corre su palabra” (Salmos‬ ‭147‬:‭15‬). Y el apóstol Pablo pidió oración con este propósito: “… para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros…” (2 Tesalonicenses‬ ‭3‬:‭1‬).
4. La Palabra de Dios tiene mucha más vida que la energía que produce la velocidad de las aguas de las Cataratas: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos‬ ‭4‬:‭12‬).

Aunque no existe hombre sobre la tierra que pueda describir los superlativos de la grandeza de Dios y del poder de su Palabra, bastan estas pocas referencias sagradas, para incentivarnos a buscar a Dios mientras puede ser hallado, y llenarnos de su Palabra, leyéndola, oyéndola y sobre todo, haciéndola morar en nuestro corazón (Salmos 119:11).

Dios quiere hijos suyos que anuncien su poder y proclamen su Palabra ante un mundo que no sabe discernir cómo la creación refleja la grandeza y el amor de Dios.

La pregunta es: ¿Quién irá a anunciar el evangelio a las multitudes que viven sin Cristo? Y la respuesta no se puede eludir: “Heme aquí, envíame a mí” (Isa 6:8).

Como todo esto es posible solamente en oración, les recordamos que hoy es,

Jueves Internacional de Oración.
 
Muchos hermanos de muchas Naciones nos concertamos esta noche en clamor, orando a la misma hora y por los mismos propósitos.
 
En respuesta a este clamor en acuerdo, el Señor está haciendo que muchos se salven, y estamos viendo milagros que nunca habíamos imaginado poder ver.
 
La importante cita es esta noche Jueves, de 9:00 a 9:15.
 
Si quieres ser parte de este ambiente de milagros y maravillas, envía ahora mismo un mensaje por WhatsApp o Telegram al número
 
(305) 917-3480
 
con la frase,
 
YO QUIERO PARTICIPAR
 
Inmediatamente que lo hagas, te enviaremos los CINCO MOTIVOS de oración para hoy, y podrás recibir semanalmente este Boletín de “Amanecer con Dios”.
 
¡Te esperamos esta noche en el altar de la oración!

En el amor de Jesús,

Vuestro servidor,

Pst. Eliseo Rodríguez.
Iglesia E. Monte de Sion
Miami. Fl. USA

37 - 2