Los seres humanos creamos cultura, las formas de pensar, de sentir, de actuar, nuestras creencias... son algunas expresiones de nuestra cultura.
Este conjunto de saberes y experiencias se transmite de generación en generación. Los niños aprenden de los adultos y los adultos de los mayores.
Nos vamos enriqueciendo con lo que oímos, leemos, vemos o con nuestras propias vivencias. Así se van trasmitiendo de generación en generación nuestras tradiciones, que son la herencia de nuestras raíces.
Mediante la transmisión de sus costumbres y tradiciones, un grupo social intenta asegurar que las generaciones jóvenes den continuidad a los conocimientos, valores e intereses que los distinguen como grupo y los hace diferentes a otros.