Hablar diferentes idiomas y viajar no solo nos abre las puertas a nuevas culturas, sino que también nos ayuda a sanar. Al dejar atrás la violencia doméstica, encontrar refugio en la moda y el amor propio nos permite florecer. Viajar y expresarse a través del estilo es una forma de liberación, un recordatorio de que el camino hacia la recuperación es único para cada uno. Inspiro a quienes me siguen a amarse en todas las etapas de su vida, sin importar los desafíos, porque cada fase de nuestra existencia merece ser celebrada.