Lo que más destaca de Urano es la inclinación de su eje, casi en ángulo recto con respecto a su órbita alrededor del Sol. Los científicos creen que este hecho fue el resultado de una colisión del planeta con un objeto de al menos el tamaño de la Tierra. Esta inclinación es la causa directa de que las estaciones en Urano sean las más extremas del Sistema Solar. Debido a que se encuentra tan alejado del astro rey, este gigante helado tarda 84 años en dar una vuelta completa al Sol, lo que se traduciría en unos 30.660 días, casi toda una vida para un ser humano. Esto significa que en Urano, la mayoría de los seres humanos tendríamos una esperanza de vida media de 1 año, entendiendo esto como el tiempo que tarda el planeta en dar la vuelta al sol. Tiene 13 anillos conocidos. Los anillos interiores son estrechos y oscuros, mientras que los anillos exteriores son de colores brillantes. Los satélites pastores son pequeñas lunas que, a causa de su influencia gravitatoria, mantienen agrupado el material de los anillos en los planetas gigantes.

El nombre de Urano fue objeto de controversia cuando se descubrió. Originalmente, Herschel quería nombrar al planeta “Georgium Sidus” en honor al rey británico Jorge III, quien entonces gobernaba. Sin embargo, este nombre no fue bien recibido fuera de Gran Bretaña. Los científicos franceses propusieron llamarlo “Herschel” en honor al descubridor, mientras que otros sugirieron nombres basados en deidades griegas y romanas. Finalmente, se adoptó el nombre “Urano”, en honor al dios griego del cielo, padre de Saturno (Cronos) y abuelo de Júpiter (Zeus), siguiendo así la tradición de nombrar los planetas con nombres de dioses greco-romanos.