Nintendo ha desatado una tormenta al demandar a Palworld, el juego indie que ha conquistado a millones con su mezcla de captura de criaturas y aventuras. Pero esta vez, el problema no son los parecidos con los Pokémon, sino algo mucho más serio: ¡patentes! Nintendo acusa a los creadores de Palworld de violar patentes relacionadas con mecánicas de juego, poniendo en jaque al título sin explicar del todo qué reglas han roto.

Este movimiento va más allá de una simple defensa de derechos: marca un peligroso precedente donde los grandes estudios pueden usar sus patentes para sofocar a los desarrolladores más pequeños. Con un catálogo inmenso de patentes a su disposición, Nintendo podría, en teoría, ir tras cualquier juego que toque mínimamente sus ideas, creando una barrera para la innovación y la creatividad en la industria.

¿Estamos ante una nueva estrategia para controlar el mercado y frenar a la competencia? ¿Podría esto abrir la puerta a una cacería de brujas legal contra otros títulos? La denuncia a Palworld no solo afecta a un juego, sino que lanza un mensaje escalofriante a toda la comunidad de desarrolladores. ¿Es este el futuro que queremos para los videojuegos? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!