ORACIONES A NUESTRA SANTA MADRE LA VIRGEN MARÍA

13 videos • 9,846 views • by Ana RLC María está presente en Caná de Galilea como Madre de Jesús, y de modo significativo contribuye -- dice el Papa en la encíclica "La Madre del Redentor" n. 21- a aquel comienzo de las señales que revelan el poder mesiánico de su Hijo. ¿Qué pasó en la boda? En un momento de la misma se acaba el vino. María, con delicado sentido femenino, percibe la situación de aflicción e interviene. Nuevamente -como en la visitación- muestra su vocación de servicio, es solidaria con sus semejantes comprometiéndose con sus necesidades concretas. Su amor es activo y efectivo. Se dirige entonces a Jesús, haciendo notar la carencia y pidiéndole una solución. A los ojos de un simple lector, la respuesta de Jesús a su Madre parece dura: "Mujer, ¿qué tengo yo contigo?". Pero el desarrollo posterior de la escena prueba la ausencia de rechazo, reproche, o ruptura de Jesús con su madre. María ordena a los sirvientes: "Haced lo que Él os diga". María cree en el poder de su Hijo y confía en ser atendida. Aquí vemos dos rasgos más de María: María, la Virgen confiada y la Virgen intercesora y mediadora. María no hace el milagro, pero lo provoca, con su influencia moral y con su intercesión. "Haced lo que El os diga" son las últimas palabras de María conservadas en el Evangelio. Más que a los sirvientes de la boda, son palabras dirigidas a los hombres de todos los tiempos. Contienen todo el anhelo, la vivencia y la misión de María: conducirnos a la identificación con Cristo. Estas palabras de María concuerdan con la voz del Padre en el Tabor: "Este es mi Hijo... escuchadle" (Mt. 17,5). Contigo voy Virgen pura y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado, mi alma estará segura. Dulce Madre no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes, ya que me protejes tanto como verdadera Madre. Haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo