Un paraíso de eterna primavera en el que nadie envejecía, donde la paz era perpetua y donde no existía la fatiga, pues la tierra era pródiga en frutos: era Avalón.
Un paraíso de eterna primavera en el que nadie envejecía, donde la paz era perpetua y donde no existía la fatiga, pues la tierra era pródiga en frutos: era Avalón.