No es la dureza de las palabras lo que convence, si no la frescura de la verdad, la genuinidad del planteamiento, recurre a la descalificación personal y al insulto quien ayuno de ideas y conceptos es incapaz de construir una propuesta.
No es la dureza de las palabras lo que convence, si no la frescura de la verdad, la genuinidad del planteamiento, recurre a la descalificación personal y al insulto quien ayuno de ideas y conceptos es incapaz de construir una propuesta.