Jamás sacrificó el hombre voluntariamente sus derechos en beneficio público. La naturaleza no ha creado ni siervo ni señor. ¡No quiero dar ni aceptar leyes! y sus manos curten las entrañas de un cura a la de una cuerda para estrangular a los reyes.
Sin perdón ni olvido, la revolución no se hace hablando, se hace actuando. Al fascismo no se le discute, se le destruye.